Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

8.11.23

Oración para el final de la misa (tras la bendición)



Señor, que os habéis inmolado por mi salud, permitidme dedicaros todo mi ser en holocausto a vuestra gloria. Yo acepto de corazón las cruces que me habéis enviado hasta este día, y las que me enviéis en lo venidero, recibiéndolas de vuestras manos y uniéndolas a la vuestra.

Concededme, para que pueda cumplir en todo vuestra voluntad soberana y participar de la gloria de vuestra resurrección -así como de los merecimientos de vuestra cruz- la divina bendición que oso pediros, y que he recibido humildemente de la mano de vuestro ministro.

Amén.

7.11.23

Oración para cuando estés en misa y no puedas ir a comulgar



Qué dulce me sería, amable Salvador mío, pertenecer al número de los felices cristianos a quienes la pureza de conciencia y una tierna piedad permiten aproximarse todos los días a vuestra sagrada mesa. ¡Qué ventaja para mí, si pudiese en este momento poseeros en mi corazón, y participar de las gracias que derramáis en los que os reciben realmente!

Pero ya que soy indignísimo, suplid, Dios mío, a la indisposición de mi alma. Perdonadme todos mis pecados, que detesto porque han sido en ofensa vuestra; recibid el sincero deseo que tengo de unirme a Vos; purificadme con una de vuestras miradas, y ponedme en estado de recibiros con frecuencia.

Mientras tanto, Redentor mío, permitidme como a la cananea recoger algunas migajas de vuestra santa mesa, haciéndome participar del fruto que la comunión del sacerdote debe producir en todo el pueblo fiel, presente a este sacrificio, celebrado en memoria de vuestra pasión, de vuestra muerte, de vuestra Resurrección gloriosa, y de vuestra triunfante ascensión. Que la virtud del Divino Sacramento aumente mi fe, fortifique mi esperanza, encienda en mí la caridad, de manera que yo no respire más que por Vos, ni viva más que para Vos.

Amén.


6.11.23

El Te Deum en paráfrasis



A Ti, ¡oh Dios, tributa alabanza nuestro labio reverente,
a Ti de cuya diestra omnipotente procede cuanto bien el hombre alcanza.

Todos los tiempos llena de tu bondad la inenarrable historia,
y en cielo y tierra sin cesar resuena
la aclamación de tu infinita gloria.

A Ti los querubines
que de tu luz reflejan los destellos,
los puros serafines
y los ángeles bellos,
que en fuego eterno de tu amor se inflaman,
¡Santo! tres veces a una voz te aclaman
con respetuoso anhelo,
y en ecos de las bóvedas del cielo
repetido es su canto:
¡Santo!, se oye por doquier, !Santo! ¡Santo!

5.11.23

Oración a los santos tras haber comulgado



Glorioso patriarca San José, santo [o santa] de mi nombre, ángel de mi guarda, ángeles y santos de la Corte Celestial: oídme todos. Favorecedme, dad gracias a nuestro Jesús en nombre mío.

Amén



| ofrecimientocomunion |


4.11.23

Ofrecimiento de la comunión a nuestra Madre la Virgen del Carmen



¡Virgen incomparable, Eva gloriosa, que habéis reparado la ignominia de la primera! Venid a hollar en mi alma, con vuestras vencedoras plantas, los restos ponzoñosos de la serpiente. Venid, como Madre de la descendencia del nuevo Adán, a presentar mi amor y mi reconocimiento al Dios que por nosotros quiso ser vuestro Hijo.

En este día (en que nuestro Señor se sirve humillar su soberana majestad más que en la Encarnación, más que en el establo donde se sirvió nacer, más que en la Cruz donde se inmoló como víctima...), en este día en que lleva su bondad hasta el extremo de escoger por morada mi alma indignísima, desnuda de todo bien, tended, Señora, vuestro regio manto sobre esa desnudez mía, y alcanzadme alguna de vuestras preciosas virtudes, para que me embellezcan a los ojos de mi Divino Huésped.