Oh San José, Padre y Protector de las Vírgenes, Custodio fiel a quien Dios confió a Jesús, la inocencia misma, y a María la Virgen de las vírgenes, os suplico y ruego con toda mi alma por Jesús y María, este doble depósito que os fue tan querido, que preservado de toda mancha, puro de espíritu, de corazón y cuerpo, sirva constantemente a Jesús y a María en castidad perfecta.
(100 días de indulgencias una vez al día).
(100 días de indulgencias una vez al día).
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