"Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría" (Mt 24,12).
Queridos hermanos y hermanas:
Una vez más nos sale al encuentro la Pascua del Señor. Para prepararnos a recibirla, la Providencia de Dios nos ofrece cada año la Cuaresma, "signo sacramental de nuestra conversión" (Misal Romano, I Dom. de Cuaresma, Oración Colecta), que anuncia y realiza la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida.
Como todos los años, con este mensaje deseo ayudar a toda la Iglesia a vivir con gozo y con verdad este tiempo de gracia; y lo hago inspirándome en una expresión de Jesús en el Evangelio de Mateo: "Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría" (24,12).