Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

Mostrando entradas con la etiqueta obediencia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta obediencia. Mostrar todas las entradas

19.8.18

De las virtudes y de los vicios: Obediencia


La Desobediencia fue el primer pecado con que Dios fue ofendido, y necesita repararse con la Obediencia. La Obediencia es una virtud que mucho ama mi Corazón. En el Oasis la quiero perfecta, con una perfección no sólo externa sino interna. La perfección de la Obediencia consiste en seguir prontamente las inspiraciones todas del Espíritu y practicarlas. Les abro la puerta que las conducirá a una gran santidad si toman ese camino. No sólo exijo del Oasis la obediencia ciega a sus Superiores, dispuestos siempre a renunciar su voluntad a la ajena, sino que también exijo de ellos que obedezcan siempre y en cuanto puedan a las inspiraciones del Espíritu Santo. Cada vez que escuchen esa voz interior que no hace ruido, atiéndanla. No se disimulen, que bien saben cuando ella les habla. Si les dice: "vénzanse", háganlo, háganlo sin detenerse. Si les dice: "vengan", vayan; "tomen", tomen; "déjenlo", déjenlo; "levántense", háganlo; "arrodíllense", lo mismo; "recójanse", déjenlo todo y recojan su alma, que tal vez vaya entonces a darles alguna gracia.

Si les dice "tomen esta Cruz", abrácenla; "beban este cáliz de amargura", no dejen una sola gota, "sufran esas desolaciones y desamparos", ábranles sus brazos y arrójense en el mar sin fondo de sus dolores y amarguras. Mortifíquense y humíllense siempre y a cada paso, en su exterior e interior. Esto se llama Obediencia del espíritu, en la cual se obedece al Espíritu Santo, y se hace nada menos que la voluntad de Dios en lo que consiste la perfección completa de las virtudes internas.