- Reflexiona sobre tu condición de pecador y sobra la misericordia del Señor.
"Yo no vine a llamar a los justos, sino a los pecadores". (Mt. 9,13).
"Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan de penitencia". (Lc. 15,7).
"Si vosotros perdonáis a otros sus faltas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los otros, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras faltas". (Mt. 6,14-15).
Nuestra Señora dijo en Fátima: "Es necesario que se enmienden; que no ofendan más a Nuestro Señor, que ya está muy ofendido". (12-10-1917).