En la 3a parte de la "Monarquía indiana", escrita por el M. R. P. Fr. Juan de Torquemada, provincial de nuestra Orden, pág. 484, se lee:
"Estando en Nueva España, en un viernes a las once del día, año de 1556, murió Fr. Juan de San Francisco".
"Este mismo día casi a la media noche apareció el santo varón en Cuernavaca a una devota mujer española a quien él, en vida, solía oir de penitencia, y le dijo que doce horas había estado en el Purgatorio y que ya se iba a la gloria. Al otro día después de su muerte, apareció también a su íntimo compañero Fr. Rodrigo de Bienvenida, el cual lo vio a deshora junto á sí, estando en su lecho recostado, resplandeciendo la celda como la luz de la mañana, y tomándole de los brazos le dijo que se esforzase a bien vivir y servir al Señor. En el instante que esto dijo, desapareció. Estas dos apariciones quiso Dios hacer a estas dos personas, para que si la una había sabido que había estado doce horas en el Purgatorio, la otra supiese que se iba al cielo, deducido de aquella claridad y refulgencia con que le apareció en la celda, y para que juntamente ambos lo testificasen y manifestasen a otros".
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