Señor mío Jesucristo, Os suplico en nombre de aquella Llaga de amor que habéis recibido por nuestra salvación en la Cruz, y de la cual corrió la preciosa Sangre que nos ha rescatado, que hiráis el alma pecadora de Vuestro siervo, por la cual Os habéis dignado morir; heridla con el dardo de fuego todopoderoso de Vuestra inmensa caridad, para que mi alma Os diga: "¡Estoy herido de amor, de día y de noche corran sobre mi alma abundantes lágrimas!".
abrasadme!