Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

12.8.18

De las virtudes y de los vicios: Madurez


La Madurez no es una virtud que pertenece a los viejos; hay muchos que con la edad no la alcanzan y otros jóvenes que, en gran parte, la poseen.

La Madurez es una virtud del entendimiento, la cual da luz para conocer, distinguir y apreciar los actos propios y ajenos. Esta virtud es muy necesaria para obrar con rectitud y certeza. Es hija de la Prudencia y siempre la acompañan el Reposo y la Serenidad. Esta virtud no existe en las personas en las cuales hay inconstancia, veleidad, imaginación volcánica, juicio propio y soberbia.

A veces parece que estas almas agitadas e indecisas poseen la Madurez, y no es así: tienen la falsa Madurez; porque la verdadera Madurez no anida sino en las almas quietas, pacificas y humildes.

v. Concepción Cabrera de Armida | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com