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La Bajeza es hija de la Hipocresía y de la Falsedad, y hace su nido en los corazones viles y rastreros.
La Bajeza se presta a todos los vicios, y es el recipiente y antro de lo más miserable y asqueroso.
Satanás se vale del corazón bajo y degradado que se deja cosechar por el vil interés para nefandos crímenes, mil injusticias y negras maquinaciones.
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Este defecto o vicio en el hombre que es creado a mi imagen y semejanza para todo bien y servicio Mío es innoble; mas seducido su corazón por Satanás, llega ¡desgraciado!, a tal grado de bajeza, que pisa mil veces todo lo puro, sagrado y santo, por el pago vil de miserable recompensa.
El corazón bajo es traidor, falso, solapado, ruin, egoísta, doble, embustero y lleno de otros innumerables vicios, defectos y pasiones.
La Bajeza lleva en su seno todos los vicios; y el corazón que la lleva consigo está manchado sin duda con grandes pecados.
La Avaricia, la Soberbia y la Envidia forman su corte. ¡Oh maldito defecto que raya en pasión, precipitando al alma a grandes pecados y caídas! Un corazón bajo y rastrero y villano, es incapaz para todo lo puro y santo.
Su remedio (que casi nunca lo tienen estos infelices corazones endurecidos en el pecado y familiarizados con él), consiste en una total transformación del corazón por medio de los Sacramentos.
v. Concepción Cabrera de Armida | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com