Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

28.6.22

El amor contra el Amor



Me preguntan los hombres: "¿No has dudado?"

¡Cómo pude dudar, pues te sufrí!
¡Si fuiste mi tormento exasperado,
si con hierro candente me has sellado para Ti!

Te combatí las noches y los días,
quise olvidar tu amor, ¡no lo logré!
Después de cada crisis resurgías,
inexorablemente me decías:

"Sígueme".

Nadie sospechará lo que he sufrido,
tú lo sabes, Señor.
Nunca quieres echar en el olvido
que todo el drama de mi vida ha sido
¡la lucha del amor contra el Amor!


Cristina de Arteaga

27.6.22

Inicios de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús



La devoción al Corazón de Jesús ha existido desde los primeros tiempos de la Iglesia, cuando se meditaba en el costado y Corazón abierto de Jesús, de donde salió sangre y agua (Jn 19,34).

De ese Corazón nació la Iglesia, y por ese Corazón se abrieron las puertas del cielo.

La devoción al Sagrado Corazón está por encima de otras devociones, porque veneramos al mismo Corazón de Dios.

Pero fue Jesús mismo quien en 1675 solicitó, a través de una humilde religiosa, Margarita María Alacoque, que se estableciera definitiva y específicamente la devoción a su Corazón.

26.6.22

Consejos de Santa Teresa para después de comulgar



Acabando de recibir al Señor, procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma, y miraros al corazón.

Mas si no hacemos caso de Él, sino que en recibiéndole nos vamos de su lado a buscar otras cosas más bajas, ¿qué ha de hacer? ¿Nos ha de traer por fuerza a que veamos que se nos quiere dar a conocer? Harta misericordia nos hace a todos, que quiere su Majestad entendamos que es Él quien está en el Santísimo Sacramento. Mas comunicar sus grandezas y dar de sus tesoros, no quiere sino a los que entiende que mucho le desean, porque estos son sus verdaderos amigos.


Santa Teresa de Jesús.

24.6.22

Algún día



Algún día, cualquier día, doblarás otra vez el recodo del camino. Te veré acercarte, ligero el paso, con el corazón en vilo. Oiré tu voz llamándome, veré tus ojos mirándome, sentiré tus brazos abrazándome.

Y sabré que tu amor es más fuerte que mis dudas, cansancios y necedades.

Algún día, cualquier día... ¡Quizá sea ahora!


Florentino Ulibarri

23.6.22

San Juan Pablo II habla sobre el rosario



El rosario es mi oración predilecta, ¡plegaria maravillosa! Maravillosa en su sencillez y en su profundidad. Con el trasfondo de las Avemarías pasan, ante los ojos del alma, los episodios principales de la vida de Jesucristo.

Los misterios del rosario, en su conjunto, nos ponen en comunión vital con Jesús a través -podríamos decir- del Corazón de su Madre. Al mismo tiempo, nuestro corazón puede incluir en estas decenas del rosario todos los hechos que entraman la vida de la persona, la familia, la nación, la Iglesia y la humanidad. Experiencias personales o del prójimo, sobre todo de las personas más cercanas o que llevamos más en el corazón. De este modo, la sencilla plegaria del rosario sintoniza con el ritmo de la vida humana.


San Juan Pablo II