Con el sol que se levanta, a Ti sube nuestro canto, a Ti, Dios glorioso y santo, el universo te canta.
Escucha nuestras plegarias en esta mañana nueva, Tú, razón de nuestra espera, recibe nuestra alabanza.
Danos un corazón puro, que sea fiel en tu servicio; danos unos ojos limpios para contemplar el mundo.
Te consagramos el día, que comienza en alabanza. Vivimos en la esperanza de estar en tu compañía.