Al acercarme al agua de tu río, lo que yo fui se fue desvaneciendo, lo mucho que soñé se fue perdiendo y de cuanto yo soy ya nada es mío.
Tan sólo en Ti y en tu hermosura fío, soy lo que eres, acabaré siendo rastro de Ti, y triunfaré perdiendo en combate de amor mi desafío.
Ya de hoy no más me saciaré con nada; sólo Tú satisfaces con tu todo. Un espejo seré de tu mirada, esposados los dos, codo con codo. Y, cuando pongas fin a mi jornada, yo seré Tú, viviendo de otro modo.
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