Santa Ángela de la Cruz, fundadora de la Compañía de las Hermanas de la Cruz, que quería "hacerse pobre con los pobres", aconsejaba a sus religiosas que rezasen antes de dormir de esta forma:
"Quédate con nosotros, Señor, esta noche.
Quédate para adorar, alabar y dar gracias por nosotros mientras dormimos, para hacer que baje del Cielo tu misericordia sobre el mundo, para socorrer desde los tabernáculos de la Tierra, a los benditas almas del Purgatorio en su prolongada noche de sufrimientos y pena.