El Santo Rosario es muy completo, encierra misterios de contemplación Gozosos (en donde aparece el anuncio y nacimiento de Cristo, y también aspectos de su infancia), Dolorosos (donde contemplamos y meditamos su pasión y muerte), Gloriosos (donde contemplamos la resurrección del Señor, y los gozos celestiales) y, desde el año 2002 en que San Juan Pablo II añadió los Misterios Luminosos, se contemplan cinco misterios concernientes a aspectos que tienen que ver con la revelación del Reino de Dios y con el sacramento eucarístico.
Sin embargo como devotos de la Virgen Carmelitana la verdad es que se echa en falta un rosario con Misterios que estén muy en sintonía tanto con la Vida Eterna y nuestra disposición hacia ella, como con la realidad e importancia suma y urgente de seguir fiel y firmemente a Cristo. Por lo tanto, este rosario es eminentemente escatológico, como no podría ser de otra forma, en donde en sus misterios podemos contemplar aspectos tanto de la predestinación, la esperanza, y la perseverancia entre el mundo cotidiano en el que se desenvuelve el cristiano.