Dios y Padre de todos:
Agradecemos tu mensaje de fraternidad universal que nos transmitió tu Hijo Jesucristo.
Agradecemos el don del Espíritu que acompaña a la Iglesia en el desarrollo de la misión de Jesús.
Nos comprometemos a cooperar para que tu mensaje y tu gracia llegue a todos los pueblos de la tierra.
Queremos servir a las Iglesias Jóvenes y recibir de ellas los testimonios y bienes espirituales que nos ofrecen.
Te pedimos que fortalezcas a la Iglesia para que doquiera anuncie a Jesús, Cabeza de la humanidad y fundamento de la solidaridad universal.
Te pedimos que ayudes a la Iglesia misionera para que camine siempre hacia un mundo sin fronteras.
Ponemos nuestra oración en manos de Santa María, Madre de la Iglesia y de todos los pueblos.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com