Yo no las llamo "obras de caridad", las defino como "sobras de caridad".
Dice San Francisco de Sales que las obras de caridad han de estar hechas, además, con amor. Sin el amor, cualquier obra que hagamos solo tiene un fin material, por buena que ésta sea. Los cristianos han de ir más allá: toda obra de caridad debe tener como impulso principal su amor a Dios. De lo contrario las obras de caridad no dejan de ser meros "actos sociales".