El pecado de adulterio se comete cuando una persona casada mantiene relaciones con otra diferente a su pareja matrimonial, o bien cuando una persona soltera lo hace con una persona casada (aunque a veces ni siquiera haga falta materializarlo, y solamente la intención es pecaminosa). El adulterio es un pecado grave, duramente y ampliamente castigado en la Biblia (la Antigua Ley ordenaba que las adúlteras fueran apedreadas).
Sin embargo existe una cierta polémica en la que muchos católicos, y cristianos en general, no quieren entrar y que les cuesta bastante afrontar. También es un arma de doble filo, que los no creyentes pueden usar para atacar a los que dudan o tienen poca formación religiosa, y por lo tanto conviene que alguien afronte este tema sin cortapisas y directamente. Aquí, en el Oratorio Carmelitano, como solemos hacer, vamos a ofreceros una respuesta clara, rotunda e inequívoca.