Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

30.7.18

De las virtudes y de los vicios: Perfidia


La Perfidia es también hija de Satanás y hermana inseparable de la Traición. Es la Perfidia fruto de la Hipocresía, de la Doblez y de la Iniquidad. Los corazones inicuos, las almas miserables e infames, son las que únicamente la llevan consigo.

Es la Perfidia una culebra que enroscada en el corazón vil, resucita con el calor de las más bajas y rastreras pasiones.

El corazón pérfido vive y respira en el pecado: su aliento son los vicios, y su centro Satanás.

La Ingratitud es su comida y la Falsedad su bebida.




Y no crean que este vicio que espeluzna, exista solamente en los hombros avezados a toda clase de pecados, no; existe la Perfidia y ha existido aun debajo de los hábitos sagrados, en mi Iglesia y en las Religiones.

La definición de la Perfidia es el extracto de la Soberbia, de la Ira, del Rencor, de la Traición, de la Cólera y del Odio en el corazón del hombre.

El infierno está lleno de pérfidos.

La Perfidia es el colmo de la Vileza en un corazón traidor, es el grado más bajo y degradante de un corazón malvado, es uno de los defectos más odiosos que pueden existir.

El corazón pérfido casi no tiene remedio, por estar ya avezado al mal y compenetrado con él. El pecado constituye su vida; en el pérfido será muy difícil una transformación completa de la muerte a la vida, de la culpa a la gracia, aunque no es imposible para el hombre, ya que hasta el último instante de su existencia tiene los remedios necesarios para poderse salvar.

Sin embargo, cuando el hombre pisotea la gracia y la aleja de sí cegándose voluntariamente en innumerables vicios, llega a endurecer tanto su corazón, que muere en él todo sentimiento santo y sobrenatural; a no ser por un golpe especial de la divina gracia, que en un instante puede trocarlo, ¡tan poderosa es! Ordinariamente mueren los pérfidos como viven, ahogados en el profundo mar de sus pasiones y vicios.

¡Desgraciados y mil veces infelices los corazones pérfidos que llevan en su seno toda clase de pasiones y de crímenes! Muy lejos se encuentran de Mí, y muy cerca de un infierno que los espera.

Satanás los ha poseído, les ha hecho traición y se goza ya de antemano de su desgraciado fin.

v. Concepción Cabrera de Armida | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com