La invocación que tantas veces repetimos en cada "Padrenuestro" de "hágase tu voluntad", debe regular el curso de la jornada, de la mañana a la tarde. Debe atemperar nuestros estados de ánimo e incluso la vida entera. Debe ser para un cristiano la máxima preocupación.
Edith Stein (Santa Teresa Benedicta de la Cruz O. C. D.). | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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