Siempre es una buena noticia cuando vemos que se recuperan capillas y edificios religiosos que se encuentran en un estado de abandono. Por desgracia son muchos los que aún permanecen sin restaurar, y siempre que me encuentro con un caso me vienen a la memoria de manera inevitable las palabras que oyó San Francisco de Asís cuando se vio ante una capilla en ruinas: "Francisco, restaura mi iglesia".
Por eso, precisamente, hoy os vamos a hablar de una restauración. Se trata de la Capilla del Carmen, situada en la localidad asturiana de Ribera de Arriba (España). El estado de esta capilla era de un abandono absoluto, y aunque a duras penas se mantenía en pie, tenía la techumbre muy destrozada, las paredes desconchadas y era tan general el descuido que la capilla sufría, que estaba catalogada como muy deficiente, cerca de ruina.
Tal es así, que se utilizaba como almacén y había perdido su uso religioso. Pero hoy tenemos que anunciar con gran alegría que el pueblo de Ribera de Arriba puede presumir de tener una capilla a la Virgen del Carmen ya totalmente restaurada. En el año 2015 el gobierno regional decide incluirla en el Catálogo de Patrimonio Regional, tras pasar ésta a ser, en el año 2013, a manos del ayuntamiento. Los trabajos corren a cargo de los arquitectos Rogelio Ruíz y Macario Luis González, asesorados por el historiador y arqueólogo Sergio Ríos González. La Capilla del Carmen había sufrido bastantes desperfectos, no solo por el paso del tiempo, el abandono y el uso como trastero sino que, además, tuvo que sufrir la caída de un rayo. No quedó ahí la cosa: alguien robó la campana original, por lo que en el chapitel (de forja) restaurado, tuvo que ponerse otra.
En el interior encontramos un retablo que tuvo también que ser restaurado, en este caso la responsabilidad recayó sobre Natalia Díaz-Ordoñez Melgarejo, una experta con gran experiencia. Es curioso que la imagen del retablo (cerrada en un ventanal de vidrio) sea de Santa Teresa de Jesús, y no de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
La Capilla del Carmen data del año 1880, y en su interior yacen los restos de sus impulsores, fallecidos en 1889. Es una capilla muy humilde pero que merece la pena visitar. Por desgracia, como suele ser habitual en este tipo de construcciones, no suele estar abierta al público pero sí que podemos contemplar su exterior.
| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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