Siempre es una buena noticia cuando vemos que se recuperan capillas y edificios religiosos que se encuentran en un estado de abandono. Por desgracia son muchos los que aún permanecen sin restaurar, y siempre que me encuentro con un caso me vienen a la memoria de manera inevitable las palabras que oyó San Francisco de Asís cuando se vio ante una capilla en ruinas: "Francisco, restaura mi iglesia".
Por eso, precisamente, hoy os vamos a hablar de una restauración. Se trata de la Capilla del Carmen, situada en la localidad asturiana de Ribera de Arriba (España). El estado de esta capilla era de un abandono absoluto, y aunque a duras penas se mantenía en pie, tenía la techumbre muy destrozada, las paredes desconchadas y era tan general el descuido que la capilla sufría, que estaba catalogada como muy deficiente, cerca de ruina.