Letanías de nuestra señora la Virgen del Monte Carmelo:
Liberadora de cautivos.
Como si fueran grilletes, ánimas pobres en pena arrastran sus penas y pecados por los niveles mas sórdidos del purgatorio. Anhelan llegar a las moradas celestiales, al Reino de luz y de Consuelo. Sombras de sus sombras, cargan con sus culpas suspirando y gimiendo por sus errores pasados, los errores que llevaron a sufrir a muchos, a pasar hambre y dolor y que, ahora, ese mismo sufrimiento les es devuelto multplicado. Retorna a su dueño, como a su dueño retorna el bien hecho en vida.
Pero la bienaventurada Virgen María del Carmelo, la Libertadora de Cautivos, no los abandona. Ella porta las plegarias para que obtengan fruto las almas en su purificación, para abreviar sus penas.
Nuestra Señora y Reina del Carmelo, Liberadora de Cautivos, ruega por nosotros a Cristo Redentor para que, mientras recorremos este mundo, no acumulemos cargas de culpa que nos hagan padecer, sino bondad y obras de misericordia y caridad para que nos dirijan por el camino, hacia el cielo prontamente. Ten misericordia de todos nosotros, Madre del Carmelo, y libera prontamente a los cautivos más necesitados en el purgatorio. Para gloria de Dios y bien de las ánimas. Ruega por nosotros a tu Hijo, bendita Virgen María, en cuyo nombre y bondad confiamos. Amén.
| Redacción: Ludobian de Bizance para el Oratorio Carmelitano
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