Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

10.4.17

El panecillo de san Elías


Se lee en el libro primero de los Reyes: "Se levantó Elías y fue a Sarepta. A la entrada de la ciudad vio a una viuda que recogía leña. Elías la llamó y le dijo: 'Tráeme, por favor, un poco de agua en tu cántaro para beber'".

Ya se lo iba a buscar, cuando Elías la llamó de nuevo: 'Tráeme también un panecillo'. Ella le respondió: 'Por Yahvé, tu Dios, no tengo tan siquiera una torta; no me queda nada de pan; solo me queda un puñado de harina en la orza y un poco de aceite en la alcuza. Estoy recogiendo, corno ves, unos palos para hacer fuego, cocer lo último que comeremos y luego disponernos a morir'.




Elías le dijo: "No temas, anda a tu casa a hacer lo que has dicho, pero primero hazme un panecillo a mí y tráemelo y después lo amasas y cueces para ti y tu hijo. Porque esto dice el Dios de Israel: No se terminará la harina de la tinaja y no se agotará el aceite del cántaro hasta el día en que Yahvé mande la lluvia a la tierra'.

La mujer se fue e hizo lo que Elías le había dicho y tuvieron comida ella y su hijo. La harina no se agotó, ni disminuyó el aceite de la alcuza, según Dios lo había prometido por medio de Elías" (1Rey. 17, 10-16).

El Carmelo considera al profeta Elías como el inspirador de la Orden que es toda de María. La visión que tuvo Elías en la cima del Monte Carmelo es una prefiguración de la Inmaculada Concepción de la Virgen, y así lo ha transmitido la piadosa tradición carmelitana. María, pues, y Elías, el tesbita, tienen una intensa relación común.

El capítulo 18 del libro de los Reyes refiere así la visión del profeta: "Subió Elías a la cumbre del Monte Carmelo, donde se postró con el rostro entre las rodillas. Dijo a su muchacho: 'Sube y mira para el mar'. Subió éste a mirar y dijo: "No veo nada'. Elías ordenó: 'Vuelve hasta siete veces'. A la séptima vez dijo el muchacho: 'Veo una nubecilla, tan pequeña como la palma de la mano que sube del mar'".

"Entonces Elías le mandó decir a Ajab: 'Súbete a tu carro y vuelve a tu casa para comer y beber, porque ya siento ruido de lluvia que cae'".

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