Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

27.10.17

Novena por las ánimas del Purgatorio. Día cuarto


- Ver días previos -.

Novena en sufragio de las benditas almas del Purgatorio.

Día cuarto.

Por la señal de la Santa Cruz...

Oración preparatoria para todos los días:
Esposas muy queridas del Señor que arrojadas a la cárcel del Purgatorio sufrís indecibles penas, careciendo de la presencia del Amado hasta que os purifiquéis como oro en crisol de vuestras culpas por completo; vosotras que desde esas voraces llamas clamáis misericordia, sabed que me compadezco de vuestro dolor y quisiera tener caudal suficiente para satisfacer vuestra deuda. Pero ya que soy más pobre que vosotras mismas, apelo a la piedad de los justos, a los ruegos de los bienaventurados, al tesoro de las indulgencias, a la intervención de María Santísima y a la Sangre de Jesucristo, para que por este medio logréis el deseado consuelo, y yo adquiera la gracia de detestar cualquier culpa, aún la más ligera, y de vencer mi pasión dominante hasta que el Señor nos lleve a todos a la Gloria. Amén.



Día 4:
DURACIÓN DE LAS PENAS
La absolución perdona las culpas mortales y la pena eterna se conmuta con la penitencia dada; pero ésta suele ser tan ligera que ha de continuarse en vida o en el Purgatorio.

Según dice San Vicente Ferrer, por un pecado venial se padece un año de Purgatorio; miremos los pecados cometidos y podremos calcular los años de Purgatorio que nos esperan. Y qué será de los pecados mortales que, aunque perdonados, debamos satisfacer del todo la culpa.

Las penas del Purgatorio parecen más largas de lo que son, porque las almas saben el largo tiempo que han de sufrir, lo caro que han de pagar tan breves gustos, y que podrían haber podido enmendarse con facilidad y no lo hicieron.

LAS ALMAS: Cristianos, mirad lo largos y pesados que son nuestros sufrimientos. Tanto nos amábais antes, y ahora nos tenéis olvidados entre atroces tormentos, cuando más os necesitamos. Podéis aliviarnos con vuestras oraciones y sacrificios, no endurezcáis vuestros corazones y sed generosos con los que tanto os amaron en vida.

Recemos ahora tres Padrenuestros, Avemarías, Gloria y Requiem [el Requiem es: "Dadles Señor el descanso eterno, y brille para ellos la luz eterna. Descansen en paz. Amén"] en memoria de la Pasión de Jesucristo, y en sufragio de las almas del Purgatorio, con la siguiente jaculatoria:

Eterno Padre, por la preciosísima sangre de Jesús, misericordia.

Oración final:
¡Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles! Conceded a las almas de vuestros siervos y siervas el perdón de todos sus pecados, para que consigan por nuestras piadosas súplicas la indulgencia que siempre desearon. Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

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