Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

25.4.22

Oh sagrado convite (en latín y en español)



O Sacrum Covivium, in quo Christus sumitur; recolitur memoria passionis eius, mens impletur gratia et futurae gloriae nobis pignus datus. Alleluia.




Oh Sagrado Convite, en el cual Cristo es recibido, se renueva la memoria de su pasión, el alma se llena de gracia, y de la futura gloria se nos da prenda. Aleluya.

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21.4.22

Te Deum en latín y en español



A ti, oh Dios, te alabamos,
a ti, Señor, te reconocemos.

A ti, eterno Padre,
te venera toda la creación.

Los ángeles todos, los cielos
y todas las Potestades te honran.

Los Querubines y Serafines
te cantan sin cesar:

Santo, Santo, Santo es el Señor,
Dios del universo.

Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.

A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles,
la multitud admirable de los profetas,
el blanco ejército de los mártires.

A ti la Iglesia santa,
extendida por toda la tierra,
te proclama:

Padre de inmensa majestad,
Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Espíritu Santo, Defensor.

Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.

Tú eres el Hijo único del Padre.

Tú, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen.

Tú, rotas las cadenas de la muerte,
abriste a los creyentes el reino del cielo.

Tú te sientas a la derecha de Dios
en la gloria del Padre.

Creemos que un día
has de venir como juez.

Te rogamos, pues,
que vengas en ayuda de tus siervos,
a quienes redimiste con tu preciosa sangre.

Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus santos.

Salva a tu pueblo, Señor,
y bendice tu heredad.

Sé su pastor y ensálzado eternamente.

Días tras día te bendecimos y alabamos tu nombre para siempre,
por eternidad de eternidades.

Dígnate, Señor, en este día,
guardarnos del pecado.

Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.

Que tu misericordia, Señor,
venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.

En ti, Señor, confié,
no me veré defraudado para siempre.





Te Deum

Te Deum laudamus
te Dominum confitemur.

Te aeternum Patrem
omnis terra veneratur.

Tibi omnes Angeli,
tibi coeli, et universae Potestates.

Tibi Cherubim et Seraphim,
incessabili voce proclamant:

Sanctus, Sanctus, Sanctus,
Dominus Deus Sabaoth.

Pleni sunt coeli et terra
maiestatis gloriae tuae.

Te gloriosus Apostolorum chorus,
Te Prophetarum laudabilis numerus,
Te Martyrum candidatus laudat exercitus.

Te per orbem terrarum
sancta confitetur Ecclesia.

Patrem immensae maiestatis.

Venerandum tuum verum
et unicum Filium.

Sanctum quoque
Paraclitum Spiritum.

Tu Rex gloriae, Christe.
Tu Patris sempiternus es Filius.
Tu ad liberandum suscepturus hominem,
non horruisti Virginis uterum.

Tu devicto mortis aculeo,
aperuisti credentibus regna coelorum.

Tu ad dexteram Dei sedes,
in gloria Patris.

Iudex crederis
esse venturus.

Te ergo, quasumus, tuis famulis subveni,
quos pretioso sanguine redemisti.

Aeterna fac cum Sanctis tuis,
in gloria numerari.
Salvum fac populum tuum, Domine,
et benedic haereditati tuae.

Et rege eos,
et extolle illos usque in aeternum.
Per singulos dies
benedicimus te.
Et laudamus nomen tuum in saeculum,
et in saeculum saeculi.

Dignare, Domine, die isto
sine peccato nos custodire.

Miserere nostri, Domine,
miserere nostri.

Fiat misericordia tua, Domine, super nos,
quemadmodum speravimus in te.

In te, Domine speravi:
non confundar in aeternum.

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19.4.22

Oración del Magníficat en latín y en español



Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí;
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.

Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.




Magnificat
Magnificat anima mea Dominum:
et exultavit spiritus meus: in Deo salutari meo.
Quia respexit humillitatem ancillae suae,
ecce enim ex hoc beatam me dicent omnes generationes.

Quia fecit mihi magna qui potens est, et sanctum nomen eius.
Et misericordia eius a progenie in progenies timentibus eum.

Fecit protentiam in brachio suo,
dispersit superbos mente cordis sui.
Deposuit potentes de sede, et exaltavit humiles.
Esurientes implevit bonis, et divites dimist inanes.

Suscepit Israel puerum suum,
recordatus misercordiae suae.
Sicut locutus est ad patres nostros, Abraham et semini eius in secula.


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18.4.22

Ayunos y abstinencias según la Bula general de las cruzadas de Benedicto XV



Qué es la Bula:
La Bula es un indulto del Papa, concediendo grandes gracias a los que den una pequeña limosna que se aplica al culto, o a obras de caridad o a seminarios. Por ella, entre otras gracias, se conceden algunas dispensas en ayunos y abstinencias.

Días de abstinencia teniendo la Bula:
La abstinencia de carne y caldo de carnes se ha de guardar únicamente en los viernes de cuaresma, en los de las cuatro Témporas, y en las tres vigilias de Pentecostés, Asunción de la Santísima Virgen María a los cielos, y Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. En total, 13 días de abstinencia al año.

Días de ayuno teniendo la Bula:
Se deberá guardar el ayuno únicamente los miércoles, viernes y sábados de cuaresma, y en las tres vigilias de Pentecostés, la Asunción y la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo. En total, 24 ayunos.

La abstinencia y ayuno de Navidad se anticipa y se traslada al sábado de Témporas que sea próximamente anterior. Nótese asimismo que hay tres vigilias sin ayuno, los tres viernes de Témporas fuera de la cuaresma.

Bulas que hay que tomar para practicarlo:
Hay que tomar la Bula General de la Cruzada, y el Sumario de ayuno y abstinencia.

Lor pobres pueden gonzar todos los favores de la Bula acerca de la abstinencia y del ayuno, sin necesidad de tomar estos Sumarios. Por pobres debemos entender no sólo los mendigos y muy pobres, sino todos los que tienen que trabajar para sustentarse a sí mismos y a su familia.

Excepciones para los que viajan:
Del indulto relativo a la ley de la abstinencia y ayuno, podrán hacer uso en España y fuera de ella todos los que viajen, siempre que se evite el escándalo, es decir, si los demás ayunan, no presumir de que nosotros no lo guardamos.

Facultad de los confesores:
Los confesores tienen la facultad de dispensar de la ley de la abstinencia y del ayuno, por justo y racional motivo. Es decir, que habiendo causa razonada y justificada, aún cuando ella no sea suficiente para dispensar a uno del ayuno, puede el confesor conceder la dispensa, si lo juzga conveniente. Esto puede ser por razón de estudios, de viajes, de escrúpulos, dudas, de disgustos en casa por ayunar y guardar abstinencia, por caridad, enfermedad, por dificultad de hallar alimentos, etc.

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17.4.22

Qué son los ayunos y abstinencias



Cómo se ayuna:
El ayuno consiste en comer una sola vez al día. En esta comida, que antes se hacía al caer la tarde, pero se puede hacer después de las diez, se permite tomar lo que se quiera.

Fuera de esta comida se puede tomar algo a la mañana o a la tarde, o entre el día también, con tal que no exceda la debida moderación.

Por la mañana se puede tomar unos pocos gramos (antiguamente no se permitía más de 2 onzas, unos 57 gramos, de comida), si se pasa de esa cantidad sin causa justificada, será una falta venial; para llegar a pecado mortal había de pasarse de 4 onzas (113 gramos). Y quien pueda o quiera ayunar, pero por su debilidad o trabajo, o por otras circunstancias necesite algo más que esas dos onzas, aunque tome tres o no pase de cuatro cumple con el ayuno y está excusado de falta venial.

Por la noche se puede tomar la colación. La colación puede ser de unas ocho onzas (240 gramos más o menos), pues no se ha de andar midiendo con escrúpulo teniendo buena voluntad. Y también se puede atender a la complexión, ocupaciones, duración de los ayunos, calidad de la comida, etc., aun entre los que pueden ayunar. Pasar notablemente de 8 onzas (240 gramos) sería quebrantar el ayuno. Pero para que haya exceso grave se necesita añadir al menos otras cuatro onzas o pasar de 12, es decir, de 360 gramos, y aún no faltan quienes permitan todavía más.

Entre el día se puede tomar también alguna cosa, está permitido también beber agua.

Los cocineros o enfermeros pueden tomar para probar cómo están los alimentos, aunque sea algo de leche o carne y aún en día de vigilia.

Respecto a qué se puede tomar y qué no, depende en muchas ocasiones de las regiones. En general, se puede tomar todo lo que no sea carne: pescados, huevos, leche... San Ligorio aconseja que en la colación no se tome más de dos o tres onzas de pescado, caso de estar permitido. En la colación, en los días que no son de abstinencia, se pueden tomar alimentos condimentados con grasa (manteca, tocino...), y no hay prohibición ni límites.


Cómo se guarda la abstinencia:
La abstinencia consiste en no tomar carne ni caldo de carne. Pero se pueden tomar huevos, productos lácteos y otros alimentos, aunque sean condimentados con grasa, manteca, etc. Se entiende por carne, en general, los animales que viven y respiran en tierra, y además la rana, la ostra, el marisco o la tortuga se pueden tomar como si entrasen dentro de los pescados.

En al actualidad la abstinencia abarca a cualquier alimento del que decidamos prescindir, es decir, abstenernos y, de no ser posible, podemos hacer abstinencia de otras cosas (por ejemplo de ver la tele, de leer determinados periódicos, etc).

Días de ayuno y abstinencia:
Si no hay algún privilegio, son días de abstinencia (de alguna cosa o de algún alimento, como acabamos de explicar) todos los viernes.

Son días de abstinencia y ayuno el miércoles de ceniza, los viernes y sábados de cuaresma, los tres días de las Cuatro Témporas, las vigilias de Pentecostés, la Asunción de Nuestra Señora, la festividad de Todos los Santos y la Natividad del Señor.

Son días sólo de ayuno todos los demás días de cuaresma.

Los domingos y fiestas de precepto no cesa la ley de abstinencias y ayunos, excepto en las fiestas de cuaresma, y no se adelantan las vigilias. También cesa el Sábado Santo después del mediodía.


Horas de preceptos de abstinencia y/o ayuno:
La hora de la comida no consta que sea esencial; algunos dicen que no se debe comer antes de las diez. Pero no es del todo cierto. Según opinión segura, se puede hacer la colación a la mañana, y un desayuno o comida ligera a la tarde. También se puede hacer, y es frecuente en ciertos sitios, hacer la colación al mediodía y la comida a la tarde.

La comida única puede durar aunque sea hasta dos horas sin culpa ninguna.

Se puede interrumpir, aún sin razón alguna, por un cuarto de hora; interrumpir sin razón ni motivo justificable bastante más de media hora sería falta venial. Interrumpirla más de una hora sería falta grave, porque entonces se contabilizarían como dos comidas separadas, a no ser que haya causa justificada para ello. Aún cuando se haya cerrado la intención y levantado de la mesa con ánimo de no comer nada más, como no haya pasado el tiempo puede uno comer de nuevo sin culpa grave.


Edades para ayunos y abstinencias:
La abstinencia obliga después de cumplidos siete años teniendo uso de razón. El ayuno obliga después de cumplir los veintiún años; deja de obligar a los que entren en los sesenta años, es decir, después de cumplidos los cincuenta y nueve.


Especial atención a los ayunos y abstinencia de los militares:
En algunos sitios hay excepciones y privilegios para los militares, pero dado que estos son más bien privilegios impuestos por intereses civiles, lo lógico es que hagan ayunos y abstinencias no solo como todos los demás fieles y religiosos, sino por lo pecaminosa de su profesión de manera aún más ferviente y con más motivo, con el fin de rogar por los delitos que suelen cometerse durante su oficio.

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