Desprecio de los bienes mundanos

10.8.21

Devoción al Sagrado Corazón de Jesús



Debemos tener gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús por lo mucho que amó y ama a los hombres, y por lo poco que los hombres le aman y le han amado.

El que piense bien estas dos cosas: el gran amor que el Corazón de Jesucristo Nuestro Señor nos tuvo, y las grandes ofensas con que los hombres hemos afligido a ese Corazón, no podrá menos de ser muy devoto de él.

Los "Actos esenciales" de esta devoción son: Amor y Reparación. Amor por lo mucho que nos amó, y Reparación o desagravio por lo mucho que es agraviado y despreciado.

Los Actos Accidentales o prácticas de esta devoción son todo lo que a cada uno le inspira el amor del Corazón de Jesús, y el deseo de reparar sus ofensas. Entre estas prácticas hay varias que desea el Sagrado Corazón de Jesús: venerarlo, consagrarse a él, celebrar su fiesta, comulgar los primeros viernes, y venerar mucho al Santísimo Sacramento del Altar.

Para animar a esta devoción el Corazón de Jesús hizo a Santa María Margarita estas promesas:

1- A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.
2- Daré paz a las familias.
3- Las consolaré en todas sus aflicciones.
4- Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.
5- Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
6- Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
7- Las almas tibias se harán fervorosas.
8- Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
9- Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
10- Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
11- Las personas que propaguen esta devoción tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
12- A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi corazón les concederá la gracia de la perserverancia final.

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9.8.21

Ejercicio de la meditación matutina



Para empezar, piensa en la presencia de Dios.

Oración preparatoria.
¡Señor mío y Dios mío! Creo firmísimamente que estáis aquí presente. Os amo y adoro con todo el afecto de mi pobre corazón. Os doy gracias por todos vuestros beneficios, y os pido humildemente perdón de todos mis pecados. Dadme la gracia de hacer bien esta meditación, de manera que todos mis pensamientos y afectos vayan dirigidos a vuestra mayor gloria y provecho de mi alma.

A este mismo fin acudo a Vos, Virgen Santísima, madre mía del Carmelo, y a vosotros Angeles y Santos de la Corte Celestial. Alcanzadme de Dios esta gracia.

(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)


1- Ejercicio de la memoria. - ¿Qué voy a meditar?
Lee un párrafo de las Escrituras, recuerda un punto de algún libro religioso, una máxima o una verdad. Y date cuenta de ella.

2- Ejercicio del entendimiento. - Si esto es verdad, ¿qué debo hacer?
Piensa en lo que has de hacer para ajustar tu conducta a lo que has leído o recordado. Piensa si lo has hecho hasta ahora. Y cómo el hacerlo es decoroso, útil, agradable, fácil, necesario...

3- Ejercicio de la voluntad. - Propongo hacer esto que he visto que debo hacer.
Forma aquí tus propósitos y anímate a cumplirlos. Piensa también en los obstáculos que hallarás y en los medios que te servirán para superarlos o/y enfrentarte a ellos.

4- Ejercicio de la súplica. - Pero como soy débil para cumplir los buenos propósitos, voy a pedir gracia a Dios.
Y con oraciones y afectos, pide gracia para obrar conforme a lo que has prometido. Encomiéndate a Nuestro Señor Jesucristo y reza al fin el "Alma de Cristo":

Anima Christi
Anima Christi, sanctifica me.
Corpus Christi, salva me.
Sanguis Christi, inebria me.
Aqua lateris Christi, mundaret me.
Passio Christi, conforta me.

O bone Iesu, exaudi me:
intra tua vulnera absconde me,
ne permittas me separari a te.

Ab hoste maligno defende me,
in hora mortis meae voca me,
et iube me venire ad te,
ut cum Angeles et Sanctis tuis laudem te
in saecula saeculorum. Amen.


Alma de Cristo
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, purifícame.
Pasión de Cristo, confórtame.

O buen Jesús, escúchame,
dentro de tus llagas, escóndeme,
no permitas que me separe de ti.

Del maligno enemigo, defiéndeme,
en la hora de mi muerte, llámame,
y mándame ir a ti
para que con tus Ángeles y tus Santos te alabe
por los siglos de los siglos. Amén.



Y a la Virgen reza el Avemaría o la Salve, y a San José o a otros santos de tu devoción.

Fin. - Reza, para terminar, la preciosa oración del Padrenuestro.

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8.8.21

Oración del estudiante a Nuestra Señora



Oh María, Madre mía, trono de la sabiduría eterna, alcanzadme la gracia de estudiar con aplicación, de aprender con facilidad, y de retener con firmeza y seguridad, para gloria de Dios y salvación de mi alma. Amén.

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7.8.21

Oración de Santo Tomás de Aquino para estudiar



¡Oh inefable Creador nuestro, que con los tesoros de tu sabiduría formaste tres Jerarquías de Angeles y las colocaste con orden admirable en el empíreo cielo, y distribuiste las partes de todo el universo con suma elegancia! Tú, Señor, que eres la verdadera fuente de luz y de sabiduría, y el soberano principio de todo, dígnate infundir sobre las tinieblas de mi entendmimiento el rayo de tu claridad, removiendo de mí las dos clases de tinieblas en que he nacido: el pecado, y la ignorancia. Tú, que haces elocuentes las lenguas de los infantes, instruye mi lengua e infunde en mis labios la gracia de tu bendición.

Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y abundancia para hablar.

Dame acierto al empezar, dirección al progresar, y perfección al acabar.

¡Oh, Señor!, que vives y reinas, verdadero Dios y hombre, por los siglos de los siglos. Amén.

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6.8.21

Sub tuum praesidium



Bajo tu amparo me pongo, Santa Madre de Dios, no desprecies mis plegarias en las necesidades, sino líbrame siempre de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita, nuestra Señora del Carmelo.

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