La devoción que tiene el nombre de "voto en favor de las ánimas del Purgatorio", conocida popularmente como "Voto heroico" (de ahí lo de "un acto heroico de caridad"), consiste en hacer oblación voluntaria en favor de las ánimas del Purgatorio, de todo fruto satisfactorio de todas nuestras obras en vida, y de todos los sufragios que por nosotros se hagan después de nuestra muerte. Este voto está aprobado y agraciado con muchas indulgencias por los Sumos Pontífices Benedicto XIII, Pío VI, y Pío XII.
Primeramente, los sacerdotes que lo hacen gozan del indulto de altar privilegiado personal en todos los días del año.