En la Semana Santa de 2011, entre las procesiones, tallas e imágenes de la Semana Santa andaluza, un acontecimiento se destacaba y ocupaba las primeras planas de los medios de comunicación: la imagen de Cristo, en un crucifijo, realizada y esculpida basándose en la síndone de Turín, la conocida por todos como Sábana Santa.
La obra fue realizada por el escultor Juan Manuel Miñarro, contando con asesoramiento de un equipo multidisciplinar formado por médicos forenses y hematólogos, y partiendo de imágenes a alta resolución, que el artista dividió en zonas para facilitar el trabajo, de la Sábana Santa, colocando así cada rasgo, herida o marca, sobre la piel de la talla. El resultado es, cuanto menos, sobrecogedor.