En las Actas del martirio de Santa Adriana, mártir de Frigia, se da este diálogo:
- ¿Cuál es tu nombre? - Le pregunta el juez.
- ¿Qué importa mi nombre? Yo soy cristiana.
- ¿Es éste tu amo?
- Es solamente dueño de mi cuerpo, pero el señor de mi alma es Dios.
- ¿Cómo no adoras a los dioses que tu dueño adora?
- Yo soy cristiana, y no adoro a ídolos mudos, sino al Dios vivo y verdadero, al Dios eterno.
Estas respuestas desconcertaban totalmente la mentalidad pagana de la época.
Nota: Santa Adriana (Santa Ariana o Santa Ariadna) de Frisia o de Prymnesso, mártir del siglo I. Celebra su festividad el 17 de septiembre.