Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

6.1.24

Bendición de la mesa durante las comidas



El que preside (o quien por turnos se encargue de encabezar la bendición) dice:

Gracias te damos, Divina Providencia, gracias te damos humildemente, porque a todos los seres dispensas el sustento cada día.

Ese sustento que también nosotros recibimos ahora de tu mano, te rogamos que tu santísima bendición le acompañe, manteniendo al espíritu y al cuerpo tan sano que no le dañe ningún mal.


Todos los presentes responden:

Amén.


Concluida la comida, quien la ha bendecido al principio dirá:

Repitamos humildes acciones de gracias al Señor, nuestro Dios, de quien todo bien procede.


Todos los presentes responden:

Bendito y alabado sea por los siglos de los siglos. Amén.


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