"Faltan curas", "faltan vocaciones", "es que no hay suficientes sacerdotes"... ¿Cuántas veces habréis oído la misma cantinela? Ciertamente no están los conventos, los monasterios y seminarios sobrecargados de aspirantes para acceder a una vida religiosa, como hace no demasiado tiempo, cuando "hacer carrera" en la Iglesia era algo que daba prestigio y una buena posición social. Así que por desgracia, y en aquellos casos, la vocación quedaba bastante en segundo plano.
Hoy los conventos y monasterios llenan esos huecos con personas venidas de fuera, la mayoría jovencitas inmigrantes, pero no porque no haya vocaciones: vemos cómo cada vez más y más abundan las personas que buscan una vida eremítica, apartadas del mundanal ruido, buscando la soledad... Buscando a Dios. Pero cuando la búsqueda del Señor se cruza con intereses mucho más oscuros, mundanos y rastreros como los beneficios económicos ("hay que sostener el convento", "si no entran jóvenes esto se acaba", "no queremos enfermos, esto no es un asilo"...), en esos casos, decimos, no debería parecer raro que el mismo Señor les dé la espalda. Porque han dejado de buscarle a Él, y buscan en su lugar otras cosas.
En este blog de Auscultafilia se cuentan con detalles estos aspectos, y muchos otros sobre la vida religiosa, que dicen desde algunos estamentos estar tan en crisis de valores hoy, pero en realidad es más bien crisis de fe. De fe, y más que nada -que es lo más grave- en el mismo interior de sus muros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario