Tú, más cerca de mí que yo misma, más interior que mi interior, y al mismo tiempo inaccesible, más allá de todo nombre: Espíritu Santo, Amor eterno.
¿Eres el Espíritu de plenitud y de poder con que el Cordero rompe los sellos de los designios divinos?
Enviados por ti, los mensajeros del juicio van por el mundo con la espada afilada para separar el reino de la luz del reino de las tinieblas.
Habrá un cielo nuevo y una tierra nueva, y todo recobrará el lugar que le pertenece, gracias a tu aliento: ¡Espíritu Santo, Poder victorioso!
Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein, 1891-1942)
Carmelita descalza y mártir; copatrona de Europa.
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