Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

12.1.22

Celebración del mes de mayo carmelitano, el mes de María. Día 31



El mes de mayo está consagrado a la Virgen María. Y por ser el mes más florido del año, a los cultos celebrados en honor de la Virgen los llamamos Flores de Mayo, o Flores de María, y al mes consagrado a Nuestra Señora, Mes de las Flores.

Lo mejor sería acudir a alguna de las solemnidades que suelen celebrarse durante este mes en honor de Nuestra Señora, a la mañana, al mediodía, o a la tarde. Las escuelas, colegios y comunidades diversas pueden y deben celebrar este mes con mucha solemnidad y mucho fruto de sus alumnos o socios.

Si no se puede nada de esto, es muy dulce celebrar este mes en familia. Y si no se tiene familia, o no se puede lograr reunirla para este fin, puedes tú, cristiano, celebrarlo fácilmente. Y de cualquier modo que lo celebres, seguro te dejará dulce recuerdo para todo el año, e incluso para toda la vida.


Modo de celebrar el Mes de la Virgen
Un buen modo de celebrar este mes es rezando con verdadera devoción el Santo Rosario, y realizar alguna novena, además de adornar alguna imagen de Nuestra Señora.

Pero, además, también puedes realizar el siguiente...





EJERCICIO DEL MES DE MAYO
para cada día


Por la señal...

- Acto de contrición:
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno.

Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.

Amén.

- Oración para empezar todos los días:
¡Oh Santísima Virgen María del Monte Carmelo, y Madre de Dios y Madre nuestra! Siempre te amamos, siempre te invocamos, siempre nos consagramos a ti, pero especialmente ahora en este mes de las flores, que los cristianos te dedicamos a tu amor.

¡Oh Paraíso del nuevo Adan! ¡Oh Huerto cerrado! ¡Oh Lirio de los valles, Azucena sin mancha, Flor sin espinas, Rosa mística! ¡Oh Flor de Jesé, Palma de Cadés, Cedro del Líbano! ¡Oh flor de todas las virtudes y árbol de todas las gracias, cuyo fruto es Nuestro Señor Jesucristo! Haz que en nuestras almas florezcan todas las virtudes y gracias de Dios, y fructifique Nuestro Señor Jesucristo en santidad y gracia. Y, pues eres fuente sellada y pura, no permitas que se sequen jamás en nuestras almas la flor de tu devoción y el fruto del amor de Jesucristo, tu Hijo.

- Oración diaria. Día 31:
· El clavel. ¿Veis cómo brotan los claveles y se multiplican? Así se multiplican las virtudes de los que siembran en su corazón la devoción a la Virgen María. ¡Y qué suavemente huelen!

· Confía en la Virgen. Es imposible que un servidor de María se condene, con tal que la sirva fielmente y se recomiende a su maternal devoción. (San Alfonso María de Ligorio)

· Examen. Examina hoy tu devoción a la Virgen del Carmelo. ¿Eres verdaderamente devoto de Nuestra Señora del Monte Carmelo? ¿En qué consiste tu devoción? ¿En algún acto superficial, o en un sincero amor y consagración a la Virgen?

· Práctica. Procura hoy hacer bien todo lo que se refiera a la Virgen de alguna manera: hacer bien todo lo que hoy hagas, sufrir bien todo lo que se te ofrezca, por la Virgen, y conságrate a Nuestra Señora del Carmelo.

- Oración a la Virgen del Carmelo.
Acordaos, oh piadosísima Virgen María del Monte Camrelo, que jamás se ha oído decir que ni uno solo de los carmelitas que han acudido a vuestra protección, e implorado vuestro auxilio, haya sido desamparado de Vos. Yo, por tanto, aún pecador pero animado con esta confianza, acudo a Vos, oh Madre Virgen de las vírgenes, a Vos vengo, delante de Vos me presento suplicando y gimiendo. No queráis, oh Madre del Divino Verbo, despreciar mis palabras, antes bien, oídlas benignamente y dadles cumplimiento, pues en Vos, Madre Santa, está puesta mi esperanza como carmelita ya que, siendo yo devoto del Carmelo, Vos sois por tanto mi Reina. Amén.

- Oración final.
Concédenos, os rogamos, Señor Dios, que nosotros tus siervos gocemos de continua salud de alma y de cuerpo, y que por la gloriosa intercesión de la bienvaenturada y siempre Virgen María en su advocación del Carmelo, seamos libres de las tristeza de la vida presente, y podamos un día disfrutar las alegrías de la vida eterna. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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