- 1.: ¿De dónde provienen mis dineros? ¿De ganancias justas o injustas? ¿De ganancias decentes o bochornosas? ¿De ganancias excesivas o convenientes? ¿De ganancias perjudiciales al prójimo?
- 2.: Y, ¿en qué se van? ¿Doy lo necesario para lo necesario a la esposa, a los hijos, a los súbditos, a los dependientes? ¿O soy avaro y doy poco?
¿Doy lo conveniente para lo conveniente, además de lo necesario? Siempre, si se puede, conviene dar algo más de lo necesario, según las circunstancias, y ser generoso en gastar razonablemente para ti, para tu esposa, para tus hijos, para tus subalternos. ¿Das las propinas o cantidades convenientes?
¿Das o derrochas en cosas superfluas e inútiles? ¿En lujos y ostentación? ¿En vicios y juegos? ¿En diversiones y destrozos?
¿Cuánto das al culto y a obras pías? ¿Cuánto das a la caridad y a la beneficencia?
¿Te sobra demasiado capital? ¿Te sobra demasiada renta? Y, ¿qué haces de ello? ¿Lo derrochas sólo porque lo tienes, sin acordarte de los que no tienen? ¿Lo acumulas para tener más, teniendo ya demasiado? ¿Aumenta tu limosna como aumenta tu dinero?
Si tal vez no tienes familia, o tienes poca, o ya tienes mucho para ella, ¿no sería mejor conservar, sí, algo del capital, o si es conveniente irlo aumentando algo según las circunstancias, pero el exceso de la renta dedicarlo a buenas obras?
Los años que ganas más, ¿por qué no das más también a obras de piedad y de misericorida? ¡Cuántas cosas podrían hacer más útiles con su dinero los que ganan mucho!
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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