Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

19.8.21

Luces Matutinas: 6. El único bien



El único bien del hombre es hacer la voluntad de Dios, y salvarse.

Dios es bueno, es sabio, es justo, es omnipotente, por lo que su voluntad es lo que a mí más me conviene, y lo que Él quiere que yo haga, es lo mejor para mí.

Dios es mi padre, por lo que Él quiere para mí lo que más me conviene hacer.

¿Quién creerá que si yo hago la voluntad de Dios, me irá mal?

¿Y quién creerá que si yo no hago la voluntad de Dios, me irá bien? ¿Hay acaso otro Dios?

Algunos presumidos piensan que ellos discurren mejor y salen de su deber, pensando que así les irá mejor que cumpliendo la voluntad de Dios.

Y en efecto, a veces al principo, durante algún tiempo, algunas cosas les salen mejor. Mas no tarda en venir el desengaño, la ruina, el enredo, el torcido, el compromiso..., aún en esta vida de ordinario.

En cambio el que hace la voluntad de Dios, aunque a veces parece que le va todo mal, al cabo sale bien, triunfa, queda contento. Aun en esta vida de ordinario.

De todos modos, sea de esta vida lo que sea, el único bien en la otra es salvarse.

No hay allá más que un bien, la salvación, la gloria. El que se salva es feliz, en todo y para siempre. Todo lo ha ganado y asegurado. Da igual lo que antes haya perdido.

La salvación es el único negocio; logrado él, logramos todo. Perdido él, perdemos todo; porque después del tiempo desaparecen las cosas temporales y sólo quedan dos eternas:

- Una buena, haberse salvado para siempre.
- Otra mala, haberse para siempre condenado.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




| Devocionario | | Confesion | | DevocionarioCristiano | | DevotoCristiano |

No hay comentarios:

Publicar un comentario