Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

10.11.18

Himno


El Padre mismo que nos dio la vida
nos da una Vida que no muere más,
con Jesús nos la da, con su venida,
el Cielo baja y no se irá jamás.

La redención ha sido concedida,
como don que nos une a los demás,
su promesa es Palabra ya cumplida,
y el temor a la muerte queda atrás.

La voluntad del Padre nos destina
a ser hijos amados del Creador.
Preciosa flor, la filiación divina.

El precio de esta flor paga en espinas
y en sufrimiento el Cristo Redentor,
que viene al mundo como medicina.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Amén.