- ¿Qué significa "sábado"?
La voz "sábado" es palabra de la lengua hebrea que significa "descanso" o "reposo", y se dio ese nombre a este día porque en él (dice la Santa Escritura) descansó el Señor de todas las obras que había hecho en la creación, trabajando seis días, y reposando, es decir, cesando de operar, en el sábado.
Y para honrar ese reposo del Señor quedó establecido el sábado como día de descanso para el hombre y aún para las bestias de que se vale en el trabajo, con precepto terminante de santificarlo. Por lo demás, el sábado significa, según Santo Tomás de Aquino, la quietud del alma en Dios, en esta vida por la gracia y después para la gloria.
- ¿Podéis explicar el precepto del Señor perteneciente a la guarda del sábado?
En el capítulo veinte del Éxodo se lee: "acuérdate de santificar el día del sábado. En seis días trabajarás y harás tus obras; más el día séptimo es el sábado del Señor tu Dios, no harás obra ninguna en él, tú, ni tu hijo e hija, ni tu esclavo o esclava, ni tu jumento, ni el sirviente que se aloje en tu casa. Porque en seis días hizo el Señor el cielo y la tierra, y el mar y cuanto en ellos hay, y descansó en el día séptimo; por eso bendijo el Señor el día del sábado y lo santificó". Es decir, lo declaró día santo y sagrado, a distinción de los otros días de la semana.
- ¿Y los nombres de lunes, martes, etc., qué significan?
Desgraciadamente son nombres paganos que la Iglesia abolió en su liturgia, llamándolos "feria segunda", tercera, y hasta la sexta que es el viernes, y luego sigue sábado y luego el Domingo, que viene de "Dominus" ("Señor"), porque se le consagró en vez del sábado, en honor de la resurrección de nuestro Señor.
El lunes lo consagraban los paganos a la Luna, a Marte el martes, a Mercurio el miércoles, el jueves a Jove o Júpiter, y el viernes a Venus. El lenguaje vulgar conservó esos nombres gentilicios, pero el nombre del sábado se conserva desde la creación.
- Pues, ¿por qué se cambió el día santo del sábado al Domingo?
Porque en el sábado se honraba el descanso de la obra de la creación, y convenía en la nueva ley celebrar el descanso del Señor en la gran obra de la redención, cuyo descanso fue la salida triunfante de Jesucristo del sepulcro en su gloriosa resurrección. Como a la ley vieja sucedió la nueva, así el sábado festivo sucedió al domingo.
- ¿Y el sábado para qué quedó con su nombre misterioso?
Cuando el Rey labra un nuevo palacio al que se dispone ir a habitar, ¿sabéis a quién suele dejar en posesión del antiguo? A la Reina madre. ¿Me comprendéis?
Gabino Chávez, Pbro. | Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com