A la Beata de la etnia gitana Emilia Fernández también se la conoce como "la Mártir del Rosario". Fue beatificada en Almería, entre los 115 Mártires de la Fe católica que murieron durante la Guerra Civil. La Santa Misa celebrada en Roquetas de Mar fue presidida por Don Angelo Amato, delegado del Vaticano para las Causas de los Santos.
La Beata Emilia Fernández era una bella y joven mujer de etnia gitana 23 años, su apodo era el de "La Canastera" porque se dedicaba a fabricar y vender canastos. Trabajaba para su familia honradamente, y se encontraba embarazada, en ese estado vivió sus últimos días encarcelada en condiciones infrahumanas dentro de la cárcel de Almería denominada "Gachas Colorás" (por la pobre y escasa comida hecha de pasta de cereales con pimentón que daban de comer); pero allí entre tanta pena y miseria, fue un gran tesoro el que la esperaba, pues encontró y conoció su Fe.
Resultó acusada del delito consistente en ayudar a su marido Juan Cortés para que no fuera enrolado en la Guerra, y después de sufrir necesidades alimentarias, duros maltratos y hasta tortura para que renegara de su Fe, y después de pasados 10 días de dar a luz a una preciosa niña, murió como consecuencia de las terribles hemorragias padecidas sin ser atendida durante el parto debidamente.
Vivió pobremente, y murió pobre pero con la luz de la gracia que concede el Señor, un claro ejemplo para las mujeres de este tiempo tan materializado. Encontró la paz y la alegría de la fe en la cárcel y entre tantas penurias, y por ello murió acompañada del inmenso cariño, fortaleza y consuelo que solo Jesús y María pueden conceder en tan durísimas y tristísimas circunstancias.
En el cuadro que vemos encabezando este artículo encontramos a la Beata Emilia con su bebé en brazos, el rosario en su mano derecha, sus canastos, y la Palma del Martirio, sus grandes atributos como gran mujer, esposa y madre.
No quiso blasfemar, renegar de su fe, ni delatar a quien le había enseñado a rezar el rosario, y falleció con el rosario asido fuertemente en su mano, por ello se la llama "Mártir del Rosario".
Su Madre Santa María ante quien tanto rezó llevaría a su hija, esta joven y valiente mujer, de la mano hasta el Cielo. Es, además, la primera Beata mujer de la etnia gitana en España.
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