Enero:
Por la paz, para que sepamos resolver todas las divergencias, personales y sociales, por medio del diálogo y buscando el bien común, en los pequeños conflictos y en las relaciones internacionales.
Febrero:
Por todos los consagrados. Para que, siendo fieles en sus compromisos evangélicos, se conviertan en sal de la tierra y luz del mundo, y así puedan ser ejemplo para muchos.
Marzo:
Por nuestro mundo. Para que sepamos cuidar de todas las criaturas con cariño, amando el medio ambiente y siendo solidarios los unos con los otros, respetando los recursos naturales.
Abril:
Por todos los que sufren en el cuerpo o en el alma. Para que sepan unir sus sufrimientos a los de Cristo, completando así lo que falta a la pasión del Salvador, con paciencia y esperanza, confiando en la voluntad de Dios.
Mayo:
Por las madres de familia. Para que sepan seguir el ejemplo de María, la Madre de Dios, y vivan siempre cerca de Jesús, con la palabra oportuna y el gesto adecuado a cada situación.
Junio:
Por el Papa, y por todos los obispos en comunión con él. Para que su palabra y su ejemplo de vida sean modelos de conducta para todos.
Julio:
Por los niños y jóvenes que terminan el año académico. Para que el esfuerzo realizado durante el curso se vea recompensado con muchos frutos, y puedan descansar con tranquilidad.
Agosto:
Por los que están de vacaciones. Para que el descanso les permita recuperar las fuerzas, sin olvidarse de Dios, y volver con renovados ánimos.
Septiembre:
Por los que viven sin Dios. Para que nuestra oración llegue al Señor, y Él mueva los corazones de estas personas para encontrar el Camino, la Verdad y la Vida, y puedan arrepentirse de sus pecados.
Octubre:
Por la Iglesia Católica en España. Para que sea sal de la tierra y luz del mundo, y su ejemplo sirva para la conversión de muchos, por la intercesión de Nuestra Señora del Carmelo.
Noviembre:
Por nuestros familiares difuntos y las ánimas del purgatorio, que nos precedieron en el signo de la fe. Para que, sintiendo su intercesión, sepamos recordarlos con cariño y orar para que el Señor les haya perdonado sus pecados y les permita contemplar cara a cara su gloria.
Diciembre:
Por las familias. Para que en estas fechas tan entrañables se sientan unidas, a pesar de los problemas, la distancia o las dificultades, sabiendo que son iglesias domésticas, lugares donde se aprende el amor.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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