Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

16.1.18

Plegaria a Nuestra Señora y Reina


Madre del amor y guía
del alma que espera en Ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.

Como estrella de los mares,
como estrella de las almas,
Tú consuelas los pesares
y Tú las tormentas calmas;

causa de nuestra alegría,
alégrese el alma en Ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.

Tú que sabes la amargura
del que llora sin consuelo,
tú que alumbras, Virgen pura,
la senda que lleva al cielo,

vuelve tus ojos, María,
al que la luz busca en Ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.

Al brillar el sol de Oriente,
abre su cáliz la flor,
y ábrese el alma que siente
las miradas de tu amor.

Mírame Tú, luz del día,
y abre mi alma toda a Ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.

Luz del pobre peregrino,
estrella de salvación,
brilla siempre en mi camino
y brilla en mi corazón.

Alumbre Tú mi agonía,
y al volar el alma a Ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.

Madre del amor y guía
del alma que espera en Ti,
Madre mía, Madre mía,
vuelve tus ojos a mí.

(R. del Valle)

| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com

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