Puente entre reinos

Letanías de nuestra señora la Virgen del Monte Carmelo:
Puente entre reinos.


Como colaboradora e intercesora de gran valor en la tarea de nuestra salvación, la Virgen María del Monte Carmelo es un auténtico "puente entre reinos", que permite a las almas pasar de la tierra de suplicios del purgatorio a las moradas celestiales. Podríamos aún ir más allá, y decir que ella nos sirve de puente entre esta tierra de peregrinaje de la iglesia militante, hacia la iglesia triunfante.

Si Cristo, su Hijo y nuestro Redentor, es "el camino que lleva al cielo", los atajos y puentes en ese camino y hacia él nos los facilita su Santísima Madre.




También es ella el puente que nos hace más llevadero el tortuoso camino hacia la vida eterna, esos tramos de suave empedrado que nos encontramos en medio del fatigoso camino, por encima de riachuelos, y que nos permiten descansar y reponer fuerzas.

Pero, sobre todo, la Virgen Carmelitana es puente entre reinos que nos evita dar tortuosos rodeos y nos ahorra fatigosas caminatas para bordear acantilados y precipicios de terroríficas profundidades, permitiéndonos superarlos con mucha menos dificultad.

Así, si en este valle de lágrimas ella es nuestro auxilio, el Espíritu Santo nuestra consolación, y Cristo Jesús nuestra única esperanza, a través de su madre llegamos a los pies de la cruz para dar el salto a la salvación eterna.

Una vez en la eternidad, la bienaventurada Madre del Verbo no nos abandona. La Virgen Carmelitana nos prometió su asistencia también en la otra vida, tal como lo atestiguan diversas vidas de santos y apariciones de ánimas en pena. Ella nos coloca en el camino hacia la salvación, que es su Hijo, y en el purgatorio nos sirve de puente al mundo celestial, un puente entre reinos.

Bendita Madre y Reina del Carmelo, rogad por nosotros en este mundo de paso, y protegednos cuando estemos en el Purgatorio.

| Redacción: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com