Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

26.9.19

La Escuela del Sagrado Corazón de Jesús: 1. Introducción


"Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón".

El amor no es conocido, el amor no es amado..., exclamaba San Francisco de Asís, derramando torrentes de lágrimas. ¿Qué diría si viera a los hombres ingratos alejarse más y más del tierno y generoso Salvador que los ha rescatado con el precio de toda su sangre?

¡Ah!, que haya al menos corazones abnegados que se levanten y rodeen a nuestro divino Maestro, diciéndole a cada hora: "Señor, si nuestros hermanos ingratos rechazan Vuestro amor, Os llenan de ultrajes, tratan de que se olvide Vuestro santo Nombre, nosotros queremos, por nosotros mismos y por ellos, amaros, glorificaros y, si es posible, conquistar para Vos todos los corazones".

Con este objeto, el verdadero adorador debe, no sólo santificar su hora dedicada al Señor, sino distinguirse por una vida ejemplar y por el fiel cumplimiento de la voluntad de Dios. Con este fin vaya a la escuela del Corazón de Jesús, y trate de copiar trazo por trazo y rasgo por rasgo este divino Modelo, puesto que nadie entrará en la gloria si no se parece a este original.