Nuestro auxilio es el nombre del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Sin arrimo y con arrimo,
sin luz y a oscuras viviendo,
todo me voy consumiendo.
Mi alma está desasida
de toda cosa criada,
y sobre sí levantada,
en una sabrosa vida,
sólo en su Dios arrimada
Por eso ya se dirá
la cosa que más estimo,
sin arrimo y con arrimo.
Y aunque tinieblas padezco
en esta vida mortal,
no es tan crecido mi mal porque,
si de luz carezco,
tengo vida celestial;
porque el amor de tal vida
cuando más ciego va siendo
que tiene el alma rendida
sin luz y a oscuras viviendo.
Hace tal obra el amor,
después que le conocí,
que si hay bien o mal en mí
todo lo hace de un sabor
y al alma transforma en sí.
Y así, en su llama sabrosa
la cual en mí estoy sintiendo,
apriesa sin quedar cosa
todo me voy consumiendo.