Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

7.12.23

El encuentro de María con Jesús camino al Calvario



Nuestra Señora se encontró con el Redentor cuando, con la cruz sobre sus hombros, coronado de espinas y con todo su cuerpo ensangrentado por la atroz flagelación que había sufrido, se dirigía al Calvario para ser crucificado.


Oración:
Mirando, Virgen de los Dolores, mirando con la vista de la fe aquella tristísima calle, llamada con razón de la Amargura, en la cual os encontrásteis a vuestro santo Hijo cubierto de llagas, coronado de espinas, cargado con la cruz y caminando al Calvario donde debía ser inmolado, nos postramos reverentes a vuestros sagrados pies, para tomar parte en el dolor inmenso de vuestra alma.

Nuestras culpas, Señora, pesaban sobre el leño de muerte que oprimía los divinos hombros de vuestro dulce Jesús. Para curar nuestras llagas, Él recibió todas esas de las que le vísteis cubierto. Con la corona de espinas que traspasaban sus sienes, nos conquistó a nosotros la corona del Cielo.

¡Oh, Señora! Dadle en nombre de estos pecadores ingratos, que no quieren serlo más, nuestras más emotivas gracias. Y pedidle, por todo lo que padeció y os hizo padecer en beneficio nuestro, que se digne prestarnos fuerzas para participar de su cruz, sobrellevando santamente nuestras penas, dolores y trabajos, mediante el consuelo de encontrarle siempre en el camino de nuestras amarguras y a ti, Madre, junto a Él.

Amén.


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