De la tierra en el silencio y de la noche en la calma, gracias mil os rinde mi alma por vuestra bondad, Señor.
Mi vida, que es obra vuestra, benigno habéis conservado durante esta jornada, y el sustento me habéis dado con un paternal amor.
¡Reconocido seáis, oh Providencia infinita, glorificada y bendita por toda la creación!
Mientras mi pobre homenaje os tributo reverente, os demando humildemente vuestra santa bendición.
Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario