Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

5.9.21

Luces Matutinas: 25. La Santa Madre la Iglesia



Es lo mejor que hay en el mundo. ¡Qué gran beneficio nos ha hecho Jesucristo al fundarla!

La Iglesia es la sociedad en que Jesucristo nos ha reunido a los bautizados y fieles cristianos, para que en esta sociedad tengamos facilidad de salvarnos y santificarnos.

Esta Iglesia es gloriosísima. En nuestra sociedad hemos tenido y tenemos a los mejores hombres del género humano, en todos los sentidos, pero sobre todo en virtud, en santidad, en heroísmo, en ciencia de Dios. Todo lo mejor y en cantidad enorme ha sido y es católico. Apóstoles, mártires, doctores, vírgenes, santos de todo género... ¡Cuánta historia!

En nuestra sociedad ha puesto Jesucristo auxilios y abundancia increíble de medios para salvarnos y santificarnos.

Una doctrina de fe riquísima y abundantísima sin un error, una moral elevadísima y purísima sin un desliz, un culto espléndido y dignísimo sin ninguna superstición.

Una jerarquía aptísima. Y primero un Papa que nunca puede faltar en la Iglesia, el cual en su cátedra es infalible por la gracia de Jesucristo al enseñarnos. Y luego para irradiar su acción a todo el mundo, prelados y sacerdotes en abundancia por todas partes. Por doquiera se predica y ofrece sacrificio augusto, se administran sacramentos, se perdonan pecados, se dan comuniones y se pone al pueblo en comunicación con Dios.

Los sacramentos, fuentes de la gracia de Cristo, están en la Iglesia nuestra y por ellos se nos comunica continuamente la misma gracia, el más alto don que da el cielo a la tierra.

El culto lo ha dispuesto con la gracia de Jesucristo del modo más suave, más digno, más bello y más insinuante. Desde el bautismo hasta el entierro, desde Navidad hasta Pascua y Todos los Santos, es un drama del corazón.

¡Cuánto debemos a Nuestra Santa Madre la Iglesia! ¡Cuántas virtudes! ¡Cuánta luz! ¡Cuánta doctrina! ¡Cuántos consuelos! ¡Cuántas alegrías! ¡Cuánta civilización! ¡Cuánta educación! ¡Cuánta inocencia! ¡Cuánto heroísmo! ¡Cuánta caridad!, y sobre todo, ¡cuánta seguridad de salvarnos!

¡Creo y amo a Nuestra Santa Madre la Iglesia Católica! Y lejos de nosotros toda persona, partido, sociedad, periódico o libro que sea contrario a Nuestra Santa Madre la Iglesia.

| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com




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