¡Mira al mismo Dios hecho niño en un pesebre!
¿Para qué? Para hacerse más amable. Los pueblos cristianos han desfilado por Belén ante esa cuna, y nadie que haya tenido corazón ha dejado de amarle siquiera un instante. El capitán de Pamplona se imaginaba que se hacía esclavito, criadito del niño Jesús y de la Sagrada Familia para servirles.
Recoge tu mirada en ese punto, en ese niño; que no es mucho recojamos nuestra mirada donde Dios recogió su infinita majestad.
Mira cuántos ejemplos nos da:
- 1º. De cumplir la voluntad divina del Padre. Al entrar en el mundo dijo en su corazón según San Pablo: "No has querido víctimas, ni holocaustos. Pero me has formado a mí un cuerpo. Los holocaustos por el pecado no te han agradado. Así que he dicho: 'Aquí estoy yo, según está escrito de mí en el libro, para hacer tu voluntad'".
- 2º. De amor nuestro. Porque ahí está y se ofrece a cumplir la voluntad del Padre, por nuestro amor, por salvarnos y darnos la paz. Y así dicen los ángeles: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad".
- 3º. De pobreza y desprecio del mundo. ¡Qué poco toma Dios para venir al mundo! Una cueva, un pesebre, unas pajas, unos pañales... ¿De qué nos quejaremos?
- 4º. De castidad y mortificación. Fíjate cómo ha escogido madre castísima y padre castísimo también. Además, carece de todo regalo de los sentidos: es de noche, les han rechazado en la posada, tiene frío, duerme sobre pajas...
- 5º. De obediencia y humildad. El Verbo calla. El omnipotente está impotente. El Dios se hace criatura, todo se lo tienen que hacer José y María, y él no hace más que dejarse llevar.
¿Para qué anhelamos tanto las riquezas, los regalos, los honores...?
Dios inmenso se hace niño pequeñito por mí.
Y nosotros, ¡ruines!, queremos hacernos dioses y que nos traten como dioses.
Mira, mira bien a ese Niño, y ámale.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario