Dios todopoderoso y misericordiosísimo, oye favorablemente mi voz, y libra mi alma de los malos pensamientos que la agitan, para que con tu gracia consiga hacer de ella una digna morada del Espíritu Santo.
Por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
| Preparación: OratorioCarmelitano.com / OratorioCarmelitano.blogspot.com
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