Semana en el Oratorio

Desprecio de los bienes mundanos

5.3.20

Siervo de Dios, Andrés León Prévot: "Es necesario rebosar la medida de la caridad"


El padre Andrés León Prévot nació en Le Teil (Francia) el 9 de noviembre de 1840. En 1885 entró en la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. Fue maestro de novicios y después Superior Provincial y Asistente General.

Durante toda su vida religiosa se consagró al amor de Cristo y a la reparación. Practicaba la mortificación; amaba la vida interior y la oración continua, y estaba movido por un ardiente celo por la salvación de las almas. En él era habitual la unión con Dios y tenía una gran devoción a la Eucaristía y a Santa María. La abnegación de sí mismo y la austeridad de vida se armonizaban con la caridad, la paciencia, la dulzura y la bondad. Sus libros muestran su fisionomía espiritual: humilde, tranquila y confiada.

Murió en Brugelette (Bélgica) el 26 de noviembre de 1913.




Quiero terminar con la parte más importante. No solo debemos conocer a estos nuestros mediadores y testigos ante Cristo, os invito a rezar por intercesión de ellos, que sean ayuda en nuestro camino. Que por y a través de ellos, también nosotros podamos llegar a ser santos.

Oración para pedir la intercesión de Andrés León Prévot:
Corazón de Jesús, te adoramos y te amamos como fuente de gracia y santidad. Donde se posa un rayo de tu amor, florecen las virtudes más hermosas.

Así has amado al padre Andrés León Prévot, introduciéndolo en el misterio de tu Corazón traspasado, le has comunicado la humildad, el espíritu de víctima, la ternura filial por María Santísima.

Sobre todo, has inflamado de amor divino su corazón y le has hecho palpitar al ritmo de una caridad que rebosa toda medida.

Por eso te rogamos, oh Corazón de Jesús, para que glorifiques a tu siervo fiel y suscites en nosotros la añoranza de la santidad. Guíanos por el camino de la virtud, especialmente en la humildad y la mortificación. Y por su intercesión, concédenos a nosotros y a nuestros hermanos el donde la paz, la gracia que te pedimos... (pídase lo que se desea alcanzar), y la perseverancia final en tu Corazón amoroso. Amén.