En la homilía del 16 de mayo de 1993, pronunciada en la Basílica de San Pedro en el Vaticano para la beatificación de María Luisa Trichet, Juan Pablo II hizo en francés un elogio de la nueva Beata.
"El Evangelio nos hizo escuchar las palabras de Jesús: 'Si uno me ama cumplirá mi palabra' (Jn 14,23). Cumplir la palabra de Cristo, Sabiduría eterna de Dios, permanecer fieles a sus mandamientos, quiere decir aprender, como lo hizo la Madre María Luis Trichet en la escuela de san Luis María Grignion de Montfort, a meditar la riqueza infinita de su presencia y de su acción en el mundo".
ORATORIO CARMELITANO
"María Luisa de Jesús se dejó seducir por Cristo; buscó apasionadamente la alianza interior de la sabiduría humana con la Sabiduría eterna. Y la manifestación natural de este vínculo de profunda intimidad, fue una acción dedicada con pasión a los más pobres de sus contemporáneos. La adoración de la Sabiduría del Padre, encarnada en el Hijo, mueve siempre a servir diariamente a aquellos que no tienen nada para agradar a los ojos de los hombres, pero que son muy queridos a la mirada de Dios".
"Esta mañana, hermanos y hermanas, queremos agradecer al Señor por la fundación de la gran familia de las Hijas de la Sabiduría, fruto de la santidad personal de san Luis María y de la beata María Luisa de Jesús. La eminente caridad de ellos, su espíritu de servicio, su capacidad de conservar, como la Virgen María, todas las cosas en su corazón (Lc 2,51), de ahora en adelante nos son dados como ejemplo y en herencia".
San Juan Pablo II